miércoles, 6 de enero de 2016

Caníbales modernos

Caníbales modernos


En los años 80, en Latinoamérica se puso de moda el rock en español, parte de una canción de la banda chilena Los Prisioneros dice “…mi papá debe pegarle a tu papá porque en la mesa no cabemos todos…”.

Considero que si el asunto no hubiera pasado de unos cuantos golpes entre dos padres de familia para asegurar la alimentación de su prole, no fuera un problema grave para la humanidad, después de todo, por centurias así funcionó el mundo.

Pero, el asunto toma un giro distinto y pone en peligro la continuidad de nuestra especie, cuando los padres de unas pocas personas les pegan a los padres de millones de personas, pero ya no para alimentar a su familia sino para acumular riquezas de manera desenfrenada y que nunca utilizarán, porque actúan motivados por la avaricia sin límites.



En Ecuador, el 11 de marzo de 1999, explotó un problema que se había acumulado por varios años; algunos banqueros habían invertido el dinero de los ahorristas en negocios personales, entre los que estaban subvencionar la campaña política del presidente de la república, y cuando llegó el momento de pagar esas deudas declararon la quiebra fraudulenta de sus bancos; pero el presidente de la república decidió que todos los ecuatorianos paguemos la quiebra de los bancos, para que así los banqueros no quiebren, inclusive la cúpula administrativa de dichos bancos cobraron millonarias liquidaciones, esto es que recibieron un premio por su gestión; reitero, todo fue pagado con recursos públicos. El Atraco Bancario de 1999 produjo la quiebra de miles de empresas y de pequeños negocios de todo tipo, lo que a su vez causó la emigración forzada de más dos millones de ecuatorianos.

El año 2006 en los EEUU colapsó la burbuja inmobiliaria, esto causó al año siguiente la crisis de las “hipotecas subprime” que era una modalidad de estafa simple; los delincuentes financieros armaban fideicomisos con hipotecas de buena calidad junto con hipotecas incobrables, estos fideicomisos fueron colocados en fondos de inversión en todo el mundo. Para el año 2008 la situación estalló cuando los fideicomisos no pudieron ser pagados y millones de personas, en todo el mundo, perdieron sus ahorros.

En los dos casos reseñados los culpables de estos atracos, mal llamados crisis económicas, no devolvieron el dinero robado, y la mayoría no fueron procesados judicialmente.

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