Adorar a Dios

Adorar a Dios

Adorar a Dios es una frase metafórica y debe ser entendida como vivir bajo la norma del Amor Fraternal, y de acuerdo a los Principios Universales, por lo tanto debemos “adorar a Dios” en cada instante de la vida.

Dios no necesita que lo adoremos en el sentido literal de la palabra, ni que nos postremos ante imágenes suyas para que nos otorgue felicidad.

Pecar es lo contrario a “adorar a Dios”, y cada vez que pecamos nos perjudicamos.

Si hacemos daño a otra persona nos irá mal, si odiamos nos irá mal porque estamos deseando el mal a otro, si vivimos amargados nos irá mal porque el estado natural de las personas es la felicidad, si nos cae mal alguien nos irá mal porque nos estamos alejando del amor fraterno que debe existir entre todas las personas.

El Principio Universal de Causa y Efecto nunca deja de actuar.

Tampoco debemos adorar, en el sentido literal, a los Maestros de la Ley Divina, con la intención de que nos hagan un “milagro”, esto no funciona porque estos seres tienen un elevado grado de desarrollo y no son susceptibles de modificar su comportamiento por el halago de las personas, ellos saben que la Ley Divina es ineludible y para todos.

Cuando ayudamos al prójimo, o lo amamos o respetamos estamos adorando a Dios de la manera correcta.