jueves, 17 de diciembre de 2015

Capitalismo del Siglo XXI


El sistema económico-legal bajo el que vive gran parte de la humanidad, es el resultado de diversos eventos e inventos producto del afán constante de las personas por vivir en libertad y con bienestar; este sistema ha estado en constante cambio, adaptándose a la sociedad y debe continuar en su evolución, pues aún tiene muchas imperfecciones. Hablo del capitalismo.



El capitalismo es efecto, es resultado, la causa es el afán de las personas por lograr riqueza, en el mundo material en que vivimos la riqueza es necesaria para cubrir las necesidades materiales de las personas, lo que nos permite alcanzar el Buen Vivir, esto es inevitable, por esto es que soy un convencido que el capitalismo es parte de la naturaleza de las personas.

El capitalismo está en constante perfeccionamiento, por esto es que se han creado sistemas legales para que las personas en su afán por crear riqueza no abusen de él, para que haya control y no se atente el Derecho ajeno, aunque muchas veces estos controles fallaron, por esto las leyes que lo regulan y controlan están en constante perfeccionamiento, para lograrlo es necesario que todas las personas denunciemos los abusos de los capitalistas.

Hay países donde no se practica la democracia, sin embargo el capitalismo es el sistema económico que usan pero disfrazado, en estos países el dueño de los medios de producción es el Estado representado por el caudillo.

La plusvalía es aprovechada más o menos de la siguiente manera: una pequeña parte por los burócratas que la administran, al Pueblo entregan sólo lo necesario para que sobrevivan y sigan dependiendo del Estado, y la mayor parte va a manos del caudillo y de las personas que le ayudan a mantenerse en el poder.

A este sistema de gobierno se lo conoce como Capitalismo de Estado o Socialismo.

En la doctrina socialista la plusvalía es la diferencia entre el salario del obrero y el valor de los bienes producidos, esta es la ganancia tras la que van los caudillos que se califican de socialistas; y para incrementarla usan a las Fuerzas Armadas para obligar a trabajar a los obreros con salarios miserables, también prohíben la creación de los sindicatos que los protegen y que fueron la fuerza que permitió al caudillo llegar al poder.

Muchos caudillos de naciones no socialistas han usado al capitalismo para lucrar de los fondos públicos, y cuando esto no satisfacía su gula por el dinero, incluso llegaron a apropiarse de los recursos de las personas.

En Ecuador la confiscación de los ahorros del 11 de marzo de 1999 quebró a millones de personas y causó la emigración forzada de más de dos millones de compatriotas.

En EEUU los ejecutivos de varias corporaciones inventaron unas hipotecas a las que denominaron “subprime” con las que se perjudicó a millones de personas en todo el planeta.

En ambos casos miles de jubilados perdieron los ahorros acumulados en décadas de trabajo y de abstenerse de gastos superfluos, mi padre fue uno de los perjudicados, cuando esto sucedió vi el tremendo malestar que sentía por no contar con su dinero producto de más de cincuenta años de trabajo, esto nunca lo olvidaré.

Las crisis económicas que llevaron a varios gobiernos a solapar a banqueros sin escrúpulos nunca existieron. La apropiación de los ahorros de los ecuatorianos y la devolución -con dinero público- de la quinta parte de lo robado, fueron acciones delictivas premeditadas, planificadas por abogados y economistas contratados para este fin, y realizadas con el conocimiento de las Autoridades de Control.

Pero esto no es motivo para proponer que el capitalismo desaparezca, y hagamos otra revolución que volverá a ser un “quítate tú pa’ ponerme yo”, o que vivamos en comunidades aisladas como los hippies de los años 60; lo que propongo es que debemos llevar más adelante al capitalismo y a obligarlo a blindarse aún más para que no sea usado perversamente.

Debemos llegar al Capitalismo del Siglo XXI.

El Capitalismo aparece de manera espontánea, no fue impuesto con la ayuda de ejércitos, y se va fortaleciendo a medida que las relaciones comerciales y financieras se tornan más complejas.

El Socialismo siempre fue impuesto y mantenido usando a las Fuerzas Armadas, y con el paso del tiempo ha recurrido al Capitalismo para sobrevivir, actualmente oferta mano de obra barata y dinero fácil a los países que estén dispuestos a pagar altas tasas de interés.

La protesta social de los obreros y de otros grupos de ciudadanos fortaleció aún más al Capitalismo.

Muchos de los Derechos Laborales se lograron por el sacrificio de obreros norteamericanos.

En Ecuador los Perjudicados por el Atraco Bancario de 1999 agrupados en el Comité de Clientes del Banco de Progreso de Guayaquil, del que fui parte, con sus denuncias presentadas públicamente y también por la vía legal, más las protestas en las calles, lograron que se fortalezca el control de los Bancos y que se descubran decenas de malversaciones a los recursos públicos y a sus autores.

Para mí, el Capitalismo es un Derecho Humano que ayuda a las personas a cumplir sus metas materiales y el Buen Vivir, pero debemos trabajar con constancia para perfeccionarlo, y que no vuelva a ser herramienta de enriquecimiento ilícito de unos cuantos a costa del empobrecimiento de millones de personas.

El Capitalismo del Siglo XXI debe adecuarse para no volver caer en el error de creer que la impunidad del abuso de las autoridades será la causa de una sociedad mejor.

Debemos convencernos que no se puede levantar una sociedad feliz, que desarrolle sus actividades en armonía, sobre los cadáveres, sobre las viudas, sobre los huérfanos de otra sociedad que ha sido sometida, que ha sido vencida.

Jamás se levantará un hombre nuevo de una persona que antes no ha reconocido sus pecados y ofensas contra sus semejantes.

La confesión del abuso cometido contra un semejante es necesaria, cuando es realizada por las personas a título personal es un dialogo entre Yo y el Alma. Y cuando es realizada por los mandatarios o dirigentes de grupos de personas, o de corporaciones, debe ser un acto personal, pero también público.

Lo malo nunca será la causa para lo bueno, por esto debe eliminarse el consumismo como medida del crecimiento de las empresas.

Una empresa debería ser considerada exitosa a medida que, por su gestión, una mayor cantidad de personas hayan cubierto sus necesidades fundamentales. Dicho en otros términos, el crecimiento de las empresas debe ser determinado por la cantidad de personas a las que, mediante su trabajo, se hayan respetado sus Derechos Humanos.



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