miércoles, 9 de diciembre de 2015

Controlando a la Masa

Controlando a la Masa


Cuando los grupos con menos ingresos económicos de la sociedad, que estaban conformados por mayor número de personas, se rebelaban contra el líder, eran controlados por ejércitos que eran mantenidos con dinero recaudado bajo la figura de impuestos. Esta situación se mantiene hasta nuestros días.

Pero llegó un momento en que el Pueblo era numeroso y no era rentable mantener un ejército muy grande para controlarlo, entonces al líder se le ocurrió una genialidad, se dio cuenta que podía controlar al Pueblo usando a los dioses, que ya eran adorados por toda la sociedad. 

En este punto de la historia humana aparece la dominación por el temor a lo desconocido, por el miedo a algo que no podemos ver o explicar pero que controla la vida de todos. Esta nueva estrategia vino a facilitar al líder su labor de controlar al Pueblo.

Cuando el líder empezó a utilizar coerción física o psicológica para gobernar a las personas se convirtió en tirano o caudillo.

El caudillo de la ciudad-estado es la única persona que podía dirigirse a los dioses, pero a veces delegaba esta tarea al grupo de los sacerdotes, quienes también alcanzaron mucho poder.

Los sacerdotes se dieron cuenta que a mayor cantidad de dioses, más necesarios eran sus servicios religiosos, y administrar el culto les representaba grandes ingresos en monetario y en especies; cómo podemos notar la frase “crear necesidades para vender facilidades” es de vieja data. 

Los primeros dioses fueron las nubes, los volcanes, los rayos, posteriormente se empezaron a usar dioses más personalizados confeccionados de barro, madera o de materiales más caros. 

El culto a los dioses llegó a ser parte de la vida diaria de las personas y siempre se requerían de los sacerdotes como interlocutores entre los hombres y las deidades.

Hubo sociedades donde el caudillo fue tan audaz que se proclamó dios y el Pueblo lo debía adorar, con el paso del tiempo estos dioses-caudillos empezaron a aceptar una simple venia o el beso en su capa o en algún anillo. 

En Europa hubieron caudillos muy inteligentes, no se proclamaron dioses pero instituyeron el dogma que eran reyes por la voluntad de dios; entonces por el hecho de usar la corona real, cualquier persona, sin importar sus antecedentes, pasaba a ser delegado de dios para gobernar a los hombres, lo terrible de esto es que millones de personas fueron a la guerra por defender los intereses económicos o “de faldas” de los reyes.

Los caudillos siempre se las han ingeniado para dominar a las personas, para lograr su propósito usan variados métodos de dominación, y cada vez más refinados en cuanto al uso de la tecnología, pero siempre basados en el temor.

Una manera de controlar a la mayoría de la población es mediante la ignorancia, de aquí resulta la sentencia del Maestro Jesús “La verdad los hará libres” con la que nos hace notar esta manera de manipulación.

Por centurias los caudillos políticos-religiosos usaron todo el poder del Estado para evitar la difusión de ideas nuevas que hacían peligrar su poder.

Otro método para controlar al Pueblo es transformándolo en zombi al destruir el cerebro, para esto se legaliza el uso de drogas naturales y sintéticas de todo tipo, con lo que muchos jóvenes están cayendo en la adicción, y cuando muchas personas sólo piensan en cómo conseguir la siguiente dosis de droga, los políticos corruptos tienen menos detractores de sus fechorías.

Una estrategia usada desde hace centurias para controlar a la población es la de prohibir que el Pueblo posea armas, con esto los delincuentes actúan a lo seguro y el miedo que esto produce lo mantiene controlado. Esta prohibición en China permitió la creación de las artes marciales, donde el arma es el cuerpo de la persona… “hecha la ley, hecha la trampa”.

Pero no siempre las primeras sociedades humanas fueron lideradas por Caudillos ávidos de poder, en Islandia se creó el Primer Parlamento del Mundo, y en Norteamérica el segundo.

Entre el año 870 y el 930 DC personas de noruega se afincaron en la zona conocida como Þingvellir, en Islandia, escapando de las disputas políticas en tierras escandinavas. Los granjeros se reunían en asambleas regionales conocidas como Þing para solucionar disputas y establecer relaciones comerciales. Con el paso del tiempo notaron que era necesario crear una Asamblea Nacional o AlÞing, porque sería un mejor sistema de convivencia social, contrario a la monarquía represiva de la que habían huido. El año 930 D.C. se reunió el Parlamento AlÞing, el primero del mundo.

Encuentro sorprendente el grado de organización política al que llegaron seis tribus que vivían en el noreste de los EEUU y sureste de Canadá, me refiero a la Confederación Iroquesa, quienes se regían por una Constitución conocida como la Gran Ley de la Paz conformada de 117 artículos que presentaba un sistema democrático avanzado cuyo eje central era un Consejo de Representantes que ponía límites a las funciones de los gobernantes y daba a la mujer un lugar importante en la sociedad.

Benjamín Franklin se sorprendió por lo avanzado de este sistema de gobierno por lo que lo difundió y se cree que influyó en el carácter democrático de los EEUU.

Antes que exista la Confederación Iroquesa sus integrantes vivían en constantes guerras y practicaban el canibalismo, pero cuenta la tradición que llegó el profeta Deganawida, también conocido como el Gran Pacificador, quien decía que el Creador le había dado el mensaje de paz, igualdad, respeto, justicia y amor. Las propuestas de Deganawida fueron difundidas y socializadas por Hiawatha quien logró que el mensaje sea aceptado por los nativos, y formaron la Confederación Iroquesa.

Como podemos ver que ya hace mucho tiempo hubo sociedades con un elevado sentido de la democracia y la libertad, conformadas por personas que no aceptaron ser súbditos de un semejante a ellos.

Esto demuestra lo variado que es el camino recorrido por las personas en la evolución de la moral, mientras hace varias centurias hubieron sociedades que se organizaron para vivir sin un Caudillo que piense por ellos, en Latinoamérica y en algunos Estados teocráticos de Oriente y África millones de personas ansían vivir como rebaños al cuidado de un tirano.

Nací y crecí en el campo, allí aprendí que cuando cruje la yerba es importante saber dónde está la cabeza y no la cola de la culebra, este saber lo aplico cuando veo que algún político no se cansa de repetir “que es transparente” o “que su función sólo es ayudar a los demás”, debemos ver las acciones que realmente están detrás de las palabras de los políticos, para saber hacia dónde van o qué es lo que pretenden alcanzar.

Me resulta incomprensible que haya sociedades de personas que sean felices siendo súbditos de otra persona. Yo soy feliz siendo ciudadano y no súbdito.

No nací para ser gobernado por un “elegido divino” sino por un funcionario electo mediante un sistema legal preestablecido, aprobado por el Pueblo y por un tiempo definido.

La vida de Nelson Mandela es un ejemplo de que sí es posible ganarle a un gobierno opresor y alcanzar la libertad.

El pensamiento del artista y activista chino Ai Weiwei "El mundo no va a cambiar sino llevas esa responsabilidad sobre tus hombros" expresa la actitud necesaria para convertir al mundo actual en uno mejor.

Mahatma Gandhi decía “No hay camino hacia la libertad, la libertad es el camino”.

La libertad es el mayor bien de las personas, es la herramienta que permite vivir con felicidad, pero este bien es muy delicado y debemos cuidarlo permanentemente.

Los domadores de animales usan el alimento como herramienta de control, ellos saben que el animal lo tiene que tomar de su mano; por ejemplo, cuando doman un león o un delfín, siempre le darán de comer de su mano, con el tiempo, la mayoría de estos depredadores aceptan obedecer las órdenes del entrenador a cambio de comida.

Lo mismo hacen los tiranos, primero toman medidas económicas para encarecer la vida de las personas, para posteriormente entregar dádivas en forma de bonos en efectivo y tarjetas de comida para una base popular que siempre estará lista para obedecer sus órdenes, también crean cargos burocráticos bien pagados, y a la élite le da luz verde para realizar negocios a nombre del gobierno donde ganan comisiones millonarias.

Cuando era adolescente, a más de tener pequeños cultivos en el patio de la casa del ingenio San Carlos, también criaba patos, gallinas, cuyes y palomas. Mi primer par de palomas me lo obsequió, una vecina, la señora Fanny de Estrada, y me enseñó que debía cortarles las alas, para que se críen encerradas en el patio, y después que tengan su primera nidada ellas nunca más volarán lejos de casa.

Seguí el consejo de la señora Fanny, y las cosas sucedieron como ella lo dijo, cuando les corté las alas, las palomas asumieron que el mundo sólo era de unas pocas cuadras alrededor de la casa, y nunca se atrevieron a conocer más allá.

Algo similar ocurre con la libertad de las personas, cuando una generación se acostumbra a vivir encerrada o sometida, muchas veces, ya no quiere saber del mundo real que existe más allá del que su “secuestrador” le permite conocer, y la siguiente generación, mayoritariamente, se encerrará aún más, y se negará a buscar un mundo más allá del que le enseñaron. Esto es válido en el plano político y religioso.

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