El alma y la mente (1)
Siempre había creído que en mí cuerpo todo se hace por lo que yo dispongo, por lo que no entendía ¿por qué, a veces, mi cerebro emite pensamientos ajenos a mí voluntad?.
A todos nos pasa, que de pronto nos aparecen ideas sin que las hayamos pensado, o que mientras pensamos en un asunto, sin que nos demos cuenta, nos encontramos pensando en cosas distintas; inclusive nos aparecen grupos de ideas que nos llevan a conclusiones ajenas a nuestra voluntad de pensar.
Usualmente explicamos esta situación diciendo “el diablo se metió en mí cabeza y me hizo cometer este error” o “diosito me envió un pensamiento que me ayudó”, también hay quienes dicen que son pensamientos del subconsciente. En las tres explicaciones aceptamos que nosotros no somos los causantes de dichos pensamientos.
Pero hay otra explicación para esta situación que la vivimos a diario.
Nuestros cinco sentidos (vista, oído, olfato, gusto, tacto) captan información del exterior del cuerpo y la envían al cerebro mediante señales eléctricas; también el cerebro envía información a las diferentes partes del cuerpo usando señales eléctricas; el Yo orgánico siempre genera señales eléctricas; inclusive cuando dormimos el cuerpo continua trabajando, respiramos y la sangre circula debido a las señales eléctricas que reciben los pulmones y el corazón por un sistema automático.
También se ha descubierto que el corazón genera un campo energético miles de veces más potente que el del cerebro, y que cuenta con neuronas propias que le permitirían generar sus propios pensamientos y señales energéticas que afectan nuestros pensamientos y emociones.
La presión que produce los latidos cardiacos también nos afectaría emocionalmente, pudiendo ser de manera positiva o negativa.Una de las propiedades de la electricidad es que un campo eléctrico produce un campo magnético y éste a su vez produce un campo eléctrico, y así de manera continua.
Las antenas de las radioemisoras usan esta propiedad para hacer llegar la voz de un locutor que está hablando en Guayaquil hasta una persona que ha sintonizado el dial correspondiente de una radio, por ejemplo, en la comuna Río Verde de Santa Elena.
También se ha descubierto que el corazón genera un campo energético miles de veces más potente que el del cerebro, y que cuenta con neuronas propias que le permitirían generar sus propios pensamientos y señales energéticas que afectan nuestros pensamientos y emociones.
La presión que produce los latidos cardiacos también nos afectaría emocionalmente, pudiendo ser de manera positiva o negativa.Una de las propiedades de la electricidad es que un campo eléctrico produce un campo magnético y éste a su vez produce un campo eléctrico, y así de manera continua.
Las antenas de las radioemisoras usan esta propiedad para hacer llegar la voz de un locutor que está hablando en Guayaquil hasta una persona que ha sintonizado el dial correspondiente de una radio, por ejemplo, en la comuna Río Verde de Santa Elena.
La Ciencia descubrió, a comienzos del siglo 20, que todas las substancias del Universo están formadas simultáneamente por materia y energía; esto lo vimos en el subcapítulo “La ley divina”.
La Religión hace miles de años postuló la existencia de un campo energético asociado a las personas y lo denominó Alma.
No solo las personas están formadas de una parte orgánica más una parte energética, sino todos los seres y sustancias.
Los Entes Colectivos, formados por la interacción de muchas substancias, tienen un campo energético colectivo, por esto es que las galaxias son estudiadas como un solo cuerpo, lo mismo sucede con los planetas, los desiertos, los pantanos, etc.
Cuando un Ente Colectivo está formado por seres vivos, como los cardúmenes, los enjambres, las manadas, las bandadas, la humanidad, etc., tienen un Alma Colectiva. Pero, a la vez, cada uno de los componentes de este Ente Colectivo tiene su propia Alma.
De acuerdo a lo aceptado por la Ciencia y la Religión, es una conclusión válida asegurar que el Alma es el componente energético que tenemos las personas; pero no es energía pura sino que tiene una personalidad, por lo que a cada persona está asociada un Alma exclusiva.
Un campo de energía no siempre es un Alma, sólo lo es cuando tiene una personalidad.
Personalidad es el conjunto de características que diferencian a una persona de las demás, estas características son conductuales y físicas.
El campo energético producido cuando trabajan un taladro o una lavadora de ropa no es un Alma, sólo es energía pura porque no tiene la característica pensante.
De lo hasta aquí demostrado puedo asegurar que las personas estamos formadas, al menos, por la interacción constante de dos seres.
Uno, el ser que se enamora, que se casa y tiene hijos, que se alimenta, que va a la escuela, que vemos cuando nos miramos al espejo, que planea su vida y que en algún momento muere; a este ser lo llamó Yo orgánico y está formado de materia.
Dos, el ser que hace que nuestro cerebro emita pensamientos ajenos a nuestra voluntad, que muchas veces nos habla, y si le hacemos caso nos va bien, pero que a veces nos inculca que realicemos actos censurables, que nos acompaña siempre; a este ser lo llamo Yo energético o Alma y está formado de energía.
A estos dos seres se les une el sentimiento denominado Espíritu que nace al aceptar que las personas somos parte del Universo, producto del pensamiento Divino, y que estamos hermanados por tener un origen común.
Sin la presencia del Espíritu las personas actuaríamos de manera individual ya que el amor fraternal es consecuencia del Espíritu.
Las personas no somos el Alma ni el Yo orgánico, somos el resultado de la interacción continua del Alma con el Yo orgánico; más el Espíritu que es el lazo que une a la humanidad.
El Alma tiene una esencia diferente a la del Yo orgánico debido a que está formada de energía mientras el Yo orgánico es materia; por lo tanto, el Alma tiene características diferentes a las del Yo orgánico, actualmente es imposible que las conozcamos todas, pero se las irá descubriendo a medida que la ciencia trabaje en ello. Señalaré dos de estas características:
- El Alma, al tener una personalidad también tiene pensamientos, esta es la explicación para la aparición de los pensamientos de los que hablamos en los tres primeros párrafos del presente subcapítulo.
- El Alma usa sus pensamientos para comunicarse con el Yo orgánico.
A estos pensamientos también los conocemos como sexto sentido, premoniciones, corazonadas, inspiración.
Muchas veces sucede que ni bien terminamos de pronunciar o de escribir una palabra o una frase inmediatamente la escuchamos en la radio o en la TV, esto sucede porque el Alma lo escuchó antes que el Cuerpo y el cerebro lo registró.
Una de las tareas más importantes en la vida de las personas es desarrollar esta comunicación, el método para hacerlo es orando o pensando correctamente.
Cuando pensamos continuamente sobre un tema, al momento de dormir nos llegará la respuesta esperada, esto sucede porque al dormir, el Alma tiene más facilidad para comunicarse, y por haber estado pensando en un mismo tema, ella sabe el problema que tenemos y nos ayuda a encontrar la solución.
Muchas personas han tenido la corazonada de no subirse a un automóvil y momentos después este se accidenta, esto es que hicieron caso a la advertencia del Alma.
El Alma al tener sus propios pensamientos, no siempre tendrá los mismos objetivos o metas que el Yo orgánico, y esto puede ser para bien o mal nuestro; por lo tanto es muy importante que haya una comunicación muy sería y fluida entre ambos componentes nuestros.
Una duda que me fastidió por décadas fue ¿de dónde aparecen y a dónde se van las Almas?, no entendía cómo es que si en algún momento de la historia éramos unas 50 mil personas, y por lo tanto habían 50 mil Almas, entonces ¿De dónde salieron las Almas para las 7 mil millones de personas que somos ahora? y ¿A dónde van las Almas cuando cesan las funciones vitales del Yo orgánico? He recibido diversas respuestas que no me convencían, y he pensado en el asunto hasta que encontré la siguiente respuesta.
Al ser eterna la energía, podríamos pensar que el Alma es eterna, esto no debe confundirnos, el Alma está formada de energía, pero además tiene pensamientos que le dan una personalidad, sin esta característica no existiría; entonces, el Alma existirá mientras pueda pensar.
Igual sucede con el Yo orgánico, está formado de materia, pero además tiene la capacidad de pensar, que es lo que nos da una personalidad, sin esta característica no seríamos personas sino sólo materia.
Entonces el Alma de las personas se forma en la concepción, cuando somos cigotos, y se termina con la muerte, al igual que sucede con el Yo orgánico.
Es
un error asegurar que el alma es eterna porque la energía es eterna, la materia
también es eterna y a nadie se le ocurre asegurar que el Yo orgánico o cuerpo
es eterno, me parece que esta confusión nace porque ambos componentes de las
personas (alma y cuerpo) están formados por las mismas sustancia elementales
que si son eternas, pero tienen vida mientras tengan la capacidad de pensar,
esto es que viven mientras tengan una personalidad.
En
última instancia alma y cuerpo son dos manifestaciones de las personas, pero que se
diferencian por el nivel de vibración.
Está comprobado que después que el Yo orgánico deja de respirar y el corazón deja de bombear sangre, por varios minutos el cerebro continúa emitiendo impulsos eléctricos, y de la misma magnitud que cuando estamos vivos, estos son los pensamientos del Alma.
La Mente es la suma de los pensamientos del Alma y los del Yo orgánico.
Las personas, tanto en nuestro componente Orgánico como Energético, no somos eternas, una vez que cesan las funciones vitales y dejamos de pensar, la personalidad desaparecerá y dejaremos de existir; y lo que queda, materia y energía, se unirán al Universo; la materia como agua que se evapora y, tal vez, como abono para plantas o comida para peces y bichos, y la energía como calor generado por la putrefacción de la materia.
Algunas personas conocen a este acto de Unirse al Universo como Regresar al Creador.
Pero no es el fin, porque a través del Arca que trasmitimos a los hijos una parte nuestra (lo que aprendimos por estudio más experiencias vividas) seguirá viviendo, y será parte de sus Almas y de sus Cuerpos.
En los genes de los hijos hay información nuestra que continuará siendo pasada a las futuras generaciones; desde este punto de vista sí somos eternos.
Las personas trasmitimos a los hijos, mediante los genes, nuestros rasgos físicos, la manera de caminar y de hablar, pero también trasmitimos el Arca que recibimos de papá y mamá; por esto es que debemos esforzarnos a diario por mejorar el Arca, ya que así mejoramos el Alma y procreamos mejores personas, lo que produce mejores generaciones de humanos.
Una misma pareja trasmite sus Arcas a varios hijos, y el Alma que se forma en cada nueva persona jamás será idéntica a la de sus hermanos, porque las experiencias vividas, más el conocimiento adquirido por los padres en el tiempo que transcurrió entre la concepción de los diferentes hijos, hizo que las Arcas de papá y mamá varíen o evolucionen, por lo que las Arcas de los progenitores no serán las mismas cuando conciban a los diferentes hijos.
Es mejor tener hijos cuando ya hayamos logrado algunas experiencias de la vida y adquirido conocimientos mediante la lectura o el estudio formal.
Los recuerdos de sitios, de personas o de situaciones que nunca “hemos visto o vivido” son experiencias que nos llegan con el Arca y que el Alma nos trasmite, a esto es lo que llamamos reencarnación o déjà vu.
Al ser el Alma un campo energético con personalidad, puede viajar a grandes velocidades por el espacio, inclusive puede estar en varios lugares a la vez; y donde hayan personas con la capacidad de sintonizarse a ellas, las pueden ver y comunicarse, inclusive en diferentes sitios de manera simultánea. Recuerde el ejemplo de las antenas.
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